Las puertas están formadas por tubos de acero y hormigones especiales, así como de diversas aleaciones y los llamados rigidizadores que le dan una alta resistencia y hacen de ellas las más seguras del mercado. Sus bisagras están dotadas de refuerzos que impiden la acción de sierras o palancas y sus anclajes y cerco son de hierro macizo y como el interior de la puerta está formado completamente por acero que dan garantía de la inexistencia de puntos vulnerables.
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